LA MUJER EN LA MÚSICA

Si alguien nos preguntase sobre el nombre de algún compositor de música clásica, todos sabríamos responderles con Mozart, Beethoven, Bach, Vivaldi o Falla por poner un ejemplo. Pero si preguntamos por el nombre de alguna compositora ¿Que pasaría? ¿Alguien sabría decirnos alguna?
Decimos que apenas hay mujeres músicos, o eso al menos creemos. A continuación haremos un breve recorrido a lo que ha sido la música clásica hasta nuestros días para tratar de demostrar lo contrario. No solamente en la composición, sino también en su contribución más que notable al mundo de la música.

jueves, 13 de junio de 2013

HILDEGARD VON BINGEN

BIOGRAFíA

La primera mujer conocida en toda la historia de la música fue Hildegard von Bingen (1098-1179) una compositora, escritora, monja y propuesta para Doctora de la Iglesia. Procedía de una familia noble y  nació en la región alemana del Rin. Fundó un convento en Rupertsberg, Alemania, del que fue abadesa. Compuso más de setenta obras musicales. Creadora de una academia de música y poesía, famosa por sus alumnos, retoños de los nobles. Tocaba la flauta y la cítara.
Las mujeres eran excluidas del sacerdocio; además, cuando el coro sustituyó a los fieles en el canto durante las ceremonias religiosas, las mujeres fueron silenciadas en las iglesias. Pero en los conventos podían asumir posiciones de liderazgo. Aquí, las mujeres aprendían a leer en latín y a leer música.
En este contexto, Hildegard von Bingen tuvo un enorme éxito como priora y abadesa de su propio convento. 
Es considerada por los especialistas actuales como una de las personalidades más fascinantes y polifacéticas del Occidente europeo, se la definió entre las mujeres más influyentes de la Baja Edad Media.

OBRAS

La mayor parte de sus canciones son cantos de alabanza a la Virgen María, a la Trinidad o a los santos locales. Sus obras varían, desde himnos silábicos y secuencias hasta responsorios altamente melismáticos. Lo más asombroso es el carácter sumamente individual de las melodías de Hildegard. Muchas superan en una cuarta o una quinta el ámbito de una octava. Utiliza reiteradamente un pequeño repertorio de figuras melódicas en constante variación.

VÍDEO

La obra musical más extensa de Hildegard es el Ordo virtutum (Las virtudes, ca. 1151), un drama musical sacro en verso con 82 canciones. La he escogido porque se diferencia de las demás. Es una obra de teatro moral con personajes alegóricos, como los profetas, las virtudes, el alma feliz, el alma infeliz y el alma penitente.


Virginia Muñoz Casanova

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