Jacqueline du Pré (1945-1987) fue una famosa cellista de origen
inglés. Nacida en Oxford, era la hija de Derek du Pré, contable, y su mujer
Iris, pianista y profesora de la Royal Academy de Londres. Su hermana mayor,
Hilary du Pré, es flautista profesional.
Su trayectoria como cellista se inició a la edad de cuatro años,
cuando escuchó el sonido de un cello por la radio y anunció a su madre su deseo
de tocar este instrumento. Tras un corto periodo de eneñanza por parte de su
madre, ingresó en la Escuela de Violoncello de Londres con cinco años. Junto
con su hermana ganó numerosos concursos musicales a temprana edad. Más
adelante recibió también clases de
cellistas de gran renombre, como William Pleeth, Pau Casals, Paul Tortelier y
Mstislav Rostropóvich. Éste último confesó su gran admiración por el talento de
la joven du Pré, afirmando que era la única cellista de su generación que podía
igualar su propio nivel e incluso superarlo.
El debut de du Pré se produjo en Marzo de 1961, en un concierto en el
que interpretó sonatas de Haendel, Brahms y Debussy en el Wigmore Hall de
Londres, acompañada por Ernest Lush. Comenzaba así una carrera de solista corta
pero intensa, en la que interpretaría acompañada de orquestas de la talla de las
filarmónicas de Berlín, Londres, Nueva York, Israel y Los Ángeles, bajo la
batuta de directores tan distinguidos como Adrian Boult, Zubin Mehta, Leonard
Bernstein y el que se convertiría en su marido, Daniel Barenboim.
Tristemente, en 1971 du Pré comenzó a perder sensibilidad en las manos
y su calidad interpretativa comenzó a decaer. En 1973 fue diagnosticada de
esclerosis múltiple, enfermedad degenerativa irreversible que conllevaría en
fin de su carrera. Se retiró de la interpretación ese mismo año, aunque
continuaría con su labor docente hasta su muerte en 1987, a la edad de 42 años.
Sin duda, la interpretación más reconocida y alabada de du Pré es el
concierto para cello en Mi m de Edward Elgar. Se trata de una obra escrita en
1919, al poco de terminar la Primera Guerra Mundial, y posee cuatro movimientos
diferenciados: Adagio-Moderato, Lento-Allegro Molto, Adagio y Allegro-Moderato-Allegro,
ma non troppo. He aquí una grabación en directo del primer movimiento, dirigido
por Daniel Barenboim e interpretado por du Pré.
En el vídeo se aprecia el estilo personal de du Pré, muy libre pero de
gran perfección técnica. En cuanto a la obra, el primer movimiento está escrito
en forma ternaria, con introducción. Comienza con un recitativo del violonchelo
solista, inmediatamente seguido de una respuesta corta de los clarinetes,
fagotes y trompas. A continuación, un ad líbitum modifica la escala que el
violonchelo está tocando. Las violas tocan el tema central en Moderato, pasando
luego al violonchelo solo, que lo repite. La sección de cuerdas toca el tema
una tercera vez, y luego el violonchelo solo la reafirma el motivo principal,
modificado, con un fortissimo. La orquesta repite, y el violonchelo solo
presenta el motivo por última vez antes de pasar a una sección intermedia muy
lírica en mi mayor. Ésta va cambiando hasta convertirse en una repetición muy
similar a la primera sección. También omite el fortissimo del motivo modificado
del violonchelo solo. El lento primer movimiento avanza inmediatamente al
segundo movimiento. Es una obra con un remarcado carácter solemne y elegíaco, impregnada de un dramatismo que du Pré aprovecha magníficamente.
Sin lugar a dudas, la interpretación de du Pré de este concierto en 1965,
acompañada por la Sinfónica de Londres a las órdenes de John Barbirolli, fue la
que supuso el salto a la fama tanto de la intérprete como de la obra
interpretada, y su reconocimiento por público y crítica. Su calidad
interpretativa es tal que su anterior maestro Rostropóvich, admirado, lo retiró
permanentemente de su repertorio al no sentirse capaz de igualar a Jacqueline. Un ejemplo más de una artista que se reafirmaría como una de las grandes figuras del violoncello de todos los tiempos.
Me ha impresionado mucho tu trabajo al escuchar el estilo dramático de Jacqueline interpretando la obra, muy curioso. Andrea Santodomingo
ResponderEliminarGran trabajo sobre una gran artista. Has sabido plasmar a la perfección el dramatismo de la interpreté y su gran aptitud para tocar el cello, en concreto el concierto de Elgar. Diego Sánchez.
ResponderEliminarGran trabajo sobre una gran artista. Has sabido plasmar a la perfección el dramatismo de la interpreté y su gran aptitud para tocar el cello, en concreto el concierto de Elgar. Diego Sánchez.
ResponderEliminar¡Qué triste la historia de esta artista! Es una pena que alguien con tanto talento tenga que dejar la música debido a una enfermedad... aún así tuvo tiempo para triunfar muy joven. Gran trabajo.
ResponderEliminarTomás sinvergüenza que me quitaste a Jacqueline. Aún así me parece una excelente elección y una buena forma de desarrollar su vida y obra
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