LA MUJER EN LA MÚSICA

Si alguien nos preguntase sobre el nombre de algún compositor de música clásica, todos sabríamos responderles con Mozart, Beethoven, Bach, Vivaldi o Falla por poner un ejemplo. Pero si preguntamos por el nombre de alguna compositora ¿Que pasaría? ¿Alguien sabría decirnos alguna?
Decimos que apenas hay mujeres músicos, o eso al menos creemos. A continuación haremos un breve recorrido a lo que ha sido la música clásica hasta nuestros días para tratar de demostrar lo contrario. No solamente en la composición, sino también en su contribución más que notable al mundo de la música.

martes, 4 de junio de 2013

Maria Anna Mozart


Maria Anna, conocida también como “Nannerl” o “Marianne”, era la mayor de los cuatro hijos del matrimonio Mozart. Nació el 30 de julio de 1751. A los 7 años de edad, su padre comenzó a enseñarle a tocar instrumentos de teclado e inicialmente pareció ser una potencial niña prodigio. Leopold llevó a ella y a su hermano en viajes a muchas ciudades, tales como Viena y París, para explotar sus talentos, destacando como excelente intérprete en clave y piano, además de ser una hábil compositora. No obstante, dada la opinión de sus padres, no continuó con su carrera de compositora.

Se enamoró de Franz D´Ippold, capitán y tutor privado, pero fue forzada por su padre a desechar su propuesta de matrimonio, a pesar de los vanos esfuerzos realizados por Wolfgang de que siguiera sus propias preferencias.

Finalmente contrajo matrimonio el 23 de agosto de 1783 con un magistrado millonario, Johann Baptist Franz von Berchtold zu Sonnenburg y se mudó con él a St. Gilgen, una villa austriaca a 25 km al este de Salzburgo, ciudad donde estaba el hogar de la familia Mozart.

Al contrario que su hermano, Marianne aceptó servilmente los designios de su padre, y se relegó a la vida de casada. Se convirtió en profesora de piano, y fue reconocida como una gran intérprete, hasta el punto de que Mozart lo enviaba copias de sus conciertos de piano a su casa de St. Gilgen.

No obstante, multitud de indicios llevan a pensar que mantuvo el gusto por componer que mostraba de niña, y siguió realizando sus propias composiciones. La existencia de unas cartas entre ella y su hermano, en las que Mozart alaba las composiciones que le mandaba su hermana.

A pesar de quedarse ciega, continuó ejerciendo como profesora de piano y tocando este instrumento hasta su muerte el 29 de octubre de 1829.

Como no nos ha llegado ninguna composición suya a la actualidad, he decidido poner una composición de su padre. Un estudio de piano, dedicado a su aprendizaje en el clave.

En ella se observa que carece de complejidad, ya que se trata de una obra de estilo preclásico, caracterizado por su sencilllez formal y motívica, y una armonía muy tonal, ya que se mueve por tonalidades muy cercanas a la principal, manteniendo siempre el tema principal, por lo que la pieza es en todo momento reconocible.

2 comentarios:

  1. Muy interesante, una pena que no hayan quedado composiciones suyas!

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  2. No me gusta el estudio del padre (todo lo clásico y preclásico me tira un poco para atrás) pero muy buen análisis de su vida. Me habría encantado escuchar alguna de sus composiciones.

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